Estos días se me hicieron cuesta
arriba. La hoja en blanco, la debilidad del cuerpo, menos amor del
que esperaba me dieras y nada de mi parte para nada y para nadie.
Estoy desorientada, perdí mi norte, no sé adónde voy, no encuentro
paz en ninguna parte del mundo y en ninguna parte dentro de mí. Es
llevar el infierno a cuestas, es andar muerta en vida, es que el
recuerdo feliz se convierta en hierro que mata. Este túnel de
car-wash se está haciendo demasiado largo y con tanto ruido mis
pedidos de auxilio se pierden en el agua sucia de tanta mierda que no
para de salir. Quisiera ver tu mano extendida esperándome al final
para ayudarme a descargar esta mochila que tanto me pesa. Quisiera
tantas cosas y sin embargo la vida es esta cagada que hay que
agradecer y disfrutar mientras se pueda aunque nuestro destino
dependa de otros, aunque nos obliguemos a contar hasta cien para
calmar las ganas de ahorcar a más de uno, aunque nuestro esfuerzo no
sea reconocido por nadie, aunque el único abrazo duradero que se nos
conceda sea el de la tierra alrededor de nuestro ataúd.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario